El agua está en muchos
lugares, en las nubes; en los ríos, en la nieve y en el mar. También está donde
no la podemos ver, como en el aire, en nuestro cuerpo, en los alimentos y bajo
la tierra, es un elemento vital para la
vida del hombre, los animales y las plantas. Es parte importante de la riqueza
de un país; por eso debemos aprender a no desperdiciarla. Un 70% de nuestro
cuerpo está constituido por agua; encontramos agua en la sangre, en la saliva,
en el interior de nuestras células, entre cada uno de nuestros órganos, en
nuestros tejidos e incluso, en los huesos.
Además de agua para beber,
nosotros los seres humanos utilizamos agua en casi todas nuestras acciones, es
decir, la requerimos para preparar alimentos, lavar ropa o trastes, aseo
personal, riego de cultivos, cría de animales, fabricación de productos,
producción de energía. Como sabemos, el agua es un líquido incoloro, insípido e
inodoro; es decir, no tiene color, sabor ni olor cuando se encuentra en su
mayor grado de pureza.
A menudo vemos personas
desperdiciando el agua y reportajes sobre lugares en donde se escasea, este
desequilibrio nos lleva a reflexionar y pensar el porqué de ello. Este trabajo
de investigación surgió porque hace unos días los alumnos platicaban entre ellos
y una niña decía que en su casa había días que no había agua y su mamá no le
podía lavar su ropa, otros mencionaban que solo había agua en la madrugada y su
mamá se levantaba a esa hora a lavar y agarrar agua,un alumno platicaba en su
casa siempre había agua y su papá siempre que lavaba el carro lo hacía con la
manguera y hasta se hacían arroyos que él utilizaba para jugar con sus bar quitos de papel.